WASHINGTON, D.C . – Hoy, «USA Today» ha publicado el siguiente artículo de opinión de Jack McCain, administrador del McCain Institute e hijo del difunto senador John McCain. En el artículo, McCain explica por qué es fundamental mantener vivo el legado de su padre en tiempos de crisis mundial y división política.
Vea el artículo de opinión más abajo.
Cuatro años después de la muerte de mi padre, su legado es más importante que nunca.
PorJack McCain
29 de agosto de 2022
https://www.usatoday.com/story/opinion/2022/08/29/remember-john-mccain-legacy-protect-democracy/7895338001/
El lunes habría sido el 86º cumpleaños de mi padre, John McCain. Pasó su vida luchando por causas más grandes que él mismo. La mayor de ellas fue la lucha por la democracia. Han pasado cuatro años desde su fallecimiento, pero su legado es más importante que nunca. Con los autócratas de Rusia y China cada vez más envalentonados y la confianza en los sistemas políticos estadounidenses erosionada, la democracia se encuentra en un momento crítico.
Si papá estuviera aquí hoy, estaría indignado por la toma de poder de Vladimir Putin en Ucrania. No me cabe duda de que ahora mismo estaría en Kiev, codo con codo con el pueblo ucraniano, tal y como hizo durante las protestas de la plaza Maidan en 2013. «Estamos aquí para apoyar su justa causa, el derecho soberano de Ucrania a determinar su propio destino de forma libre e independiente», dijo entonces. Papá vio a Putin por lo que era: un matón del KGB. Haría todo lo posible para animar a las naciones libres del mundo a unirse a Ucrania en defensa de la democracia.
Papá pasó sus cuatro décadas de carrera en el servicio público trabajando para promover los ideales democráticos que creía esenciales para crear un mundo más libre, justo y equitativo. Condenó el brutal régimen de Maduro en Venezuela y la injerencia del Partido Comunista Chino en las elecciones de Taiwán. Defendió la Ley Global Magnitsky para exigir responsabilidades a los violadores de los derechos humanos. Y creía firmemente en la libertad de expresión, la libertad de prensa y las elecciones justas.
Papá también creía firmemente en la importancia de encontrar un terreno común. Siempre me llamó la atención su capacidad para dejar de lado las diferencias personales por un bien mayor. Tal vez el mayor ejemplo de este atributo esté relacionado con su época de prisionero de guerra en Vietnam. Cuando tenía 14 años, fuimos al Hanoi Hilton, donde fui testigo de esta parte de su vida por primera vez. Las condiciones eran inimaginables. Todavía tengo una foto mía, con los brazos extendidos, tocando las dos paredes de una pequeña celda. Sin embargo, cuando le pregunté a papá sobre su experiencia, no guardó ninguna malicia en su corazón al respecto. Habló como si se tratara de un breve capítulo de la historia, y continuó ayudando a reconciliar a Estados Unidos con Vietnam.
Nuestros adversarios quieren debilitar las democracias de todo el mundo, y pretenden hacerlo dividiéndonos. Papá abordó la amenaza del tribalismo en su discurso de despedida a la nación, pero, lamentablemente, la división política no ha hecho más que profundizar desde su fallecimiento. Debemos luchar. Papá decía que cualquier gran causa sólo puede ganarse cuando las personas de todos los bandos trabajan juntas.
Estoy orgulloso de formar parte del consejo del Instituto McCain de la Universidad Estatal de Arizona, que trabaja para proteger y promover la democracia, combatir el tráfico de personas, prevenir el odio y el extremismo violento, y formar la próxima generación de líderes como mi padre.
El programa de Derechos Humanos y Democracia del McCain Institute promueve la democracia y apoya a los defensores de los derechos humanos en todo el mundo. El programa ha lanzado recientemente su serie Defending American Democracy, que examina los principales problemas a los que se enfrenta la democracia estadounidense -como el papel del periodismo, el derecho de voto y la violencia política- y pretende encontrar un terreno común entre los votantes y los funcionarios elegidos a ambos lados del pasillo.
La lucha para proteger la democracia no tiene fin. Papá dedicó toda su vida a ello. Hace ya cuatro años que se fue, pero su legado sigue vivo y es más importante que nunca. Dejemos de lado nuestras diferencias y unámonos en la defensa de la democracia, una causa más grande que nosotros mismos.
Jack McCain, hijo del difunto senador John McCain, es miembro del Consejo de Administración del Instituto McCain de la Universidad Estatal de Arizona.
