WASHINGTON, D.C. – Ante el aumento del autoritarismo y las amenazas que se ciernen sobre la democracia en todo el mundo, Berivan Orucoglu, director del programa de defensores de los derechos humanos del McCain Institute, argumenta por qué es necesario para la salud de nuestra democracia seguir apoyando a los periodistas y activistas que luchan contra la injusticia, destacando la experiencia de uno de los defensores de los derechos humanos a los que apoya el McCain Institute.
«Los retos a los que se enfrentan los defensores de los derechos humanos como Ahmed no son sólo humanitarios, sino fundamentales para la seguridad y la estabilidad mundiales. Permitir que se silencie a los defensores permite el crecimiento del autoritarismo y erosiona el tejido democrático que une a la comunidad mundial», escribe Orucoglu.
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Artículo de opinión: Para derrotar al autoritarismo y defender la democracia, hay que apoyar a los defensores de los derechos humanos en el exilio
The Hill
Por Berivan Orucoglu
27 de enero de 2024
https://thehill.com/opinion/4433045-to-defeat-authoritarianism-and-defend-democracy-support-human-rights-defenders-in-exile/
En el corazón de Washington D.C., en medio del ajetreo de la política, se alza un testimonio de la resistencia humana y de la lucha constante por los derechos humanos. Esta es la historia de «Ahmed», un egipcio que escapó del encarcelamiento y la tortura en su tierra natal, sólo para enfrentarse a nuevos retos en una tierra extranjera que prometía seguridad, pero que le deparó una lucha por la supervivencia. El alias «Ahmed» se utiliza para proteger su identidad y salvaguardar a su familia en Egipto, lo que ilustra los constantes peligros que persisten incluso en el exilio.
El viaje de Ahmed a Estados Unidos requirió una hercúlea batalla contra la indiferencia y el escepticismo burocráticos para conseguir un visado, un reto habitual para muchos defensores de los derechos humanos que buscan refugio. A pesar del apoyo de periodistas y grupos internacionales de derechos humanos, se enfrentó a un escrutinio desapegado por parte de un funcionario de visados inexperto. Su llegada a Estados Unidos no marcó el final, sino el comienzo de un nuevo capítulo de supervivencia, caracterizado por la escasez de recursos y las duraderas cicatrices físicas y mentales de su pasado.
De día, Ahmed conduce para Uber; de noche, sigue luchando contra las injusticias de su país. Su historia ilustra vívidamente la lucha contra la represión transnacional: su activismo en el exilio, mientras sobrevive a duras penas, atrae el largo brazo de la represión que se extiende más allá de las fronteras.
A pesar de encontrar una relativa seguridad en Estados Unidos, se enfrenta a continuas amenazas e intimidaciones que traspasan las fronteras. Para proteger a su familia, Ahmed ha cesado toda comunicación con ellos durante meses. Sin embargo, sus esfuerzos por protegerlos no han evitado represalias; tanto su hermano como su primo fueron detenidos durante meses por las autoridades en busca de información sobre él. Ahmed es objeto de continuas amenazas a través de llamadas telefónicas y acoso en Internet. Recibe amenazas de muerte semanales, le tachan de traidor y de «siervo de Estados Unidos».
Su situación pone de manifiesto una tendencia preocupante: No sólo los sospechosos habituales, como Rusia, China e Irán, persiguen a periodistas y activistas en el extranjero, sino que aliados de Estados Unidos, como Egipto y Arabia Saudí, están haciendo lo mismo.
Los defensores de los derechos humanos como Ahmed son campeones anónimos de la democracia y los derechos humanos, que soportan grandes sacrificios por su valentía. El Instituto McCain de la Universidad Estatal de Arizona apoya a estas personas a través de su Programa de Derechos Humanos y Libertad, ofreciendo una hoja de ruta para obtener el apoyo que tanto necesitan.
El Instituto McCain ha publicado recientemente una serie de recomendaciones para reforzar significativamente la seguridad, eficacia y resistencia de los defensores de los derechos humanos en todo el mundo. Estas recomendaciones incluyen instar al gobierno de Estados Unidos a que simplifique los trámites de visado para los defensores de los derechos humanos y a que coloque en las embajadas estadounidenses a diplomáticos especializados en derechos humanos. Estos diplomáticos podrían ser salvavidas para los defensores en crisis. Las recomendaciones también piden que se perfeccionen las políticas de protección de los defensores de los derechos humanos y que las empresas y compañías tecnológicas se opongan a acciones peligrosas, como las Demandas Estratégicas contra la Participación Pública (SLAPPs, por sus siglas en inglés) y el intercambio de datos.
Los retos a los que se enfrentan los defensores de los derechos humanos como Ahmed no son sólo humanitarios, sino fundamentales para la seguridad y la estabilidad mundiales. Permitir que se silencie a los defensores permite el crecimiento del autoritarismo y erosiona el tejido democrático que une a la comunidad mundial.
La historia de Ahmed nos recuerda nuestra responsabilidad colectiva. Nuestra respuesta a su terrible experiencia y a las experiencias de muchos que se enfrentan a la represión transnacional definirá nuestro compromiso con los derechos humanos y la democracia. Es una llamada a la acción para el gobierno, el Congreso, las empresas, las compañías tecnológicas y la sociedad civil de Estados Unidos. No sólo debemos proporcionar un refugio seguro a estos defensores, sino también garantizar que cuentan con el apoyo y los recursos necesarios para continuar su esencial labor. Nuestro compromiso con los derechos humanos y la democracia depende de ello.
Berivan Orucoglu
es Director del Programa de Defensores de los Derechos Humanos del McCain Institute.