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Primera línea digital: La Contraofensiva Tecnológica de Ucrania

El Dr. James Gough es un Líder Global McCain 2022 del Reino Unido y un antiguo médico militar y de ayuda humanitaria, que ha servido con el ejército británico y el CICR en Afganistán, Egipto y Bangladesh.
Actualmente es director de impacto de la multinacional Infinite Lambda y fundador y director general de One Shot Immersive, una empresa social que proporciona tecnología educativa para salvar vidas en crisis humanitarias, conflictos y catástrofes.

La Dra. Mariia Levchenko es una Líder Global McCain 2022 de Ucrania y Directora Europea de Divulgación y Formación del Centro River Phoenix para la Consolidación de la Paz y Directora Ejecutiva y Fundadora de la ONG ucraniana «Juventud para el Progreso Global». En 2023, Ucrania lanzó su tan esperada y exagerada contraofensiva contra Rusia.
Los aliados observaban expectantes, esperando un gran avance, sabiendo perfectamente que Ucrania no tenía todo lo que necesitaba (y pedía).
Lo cierto es que no se produjo ningún milagro.
Al contrario, un capítulo crítico de la contraofensiva ucraniana se desarrolló con el grave ciberataque a Kyivstar, el mayor proveedor de telecomunicaciones del país.
El asalto de los piratas informáticos rusos en diciembre de 2023 marcó un momento crucial en la guerra digital, y puso de relieve la urgente necesidad de una ciberseguridad sólida en las zonas de conflicto modernas.
Los piratas informáticos aniquilaron los sistemas centrales de la red, dejando a millones de abonados sin servicios esenciales de comunicación.
Las secuelas de este ataque cibernético dejaron al descubierto el trastorno que puede causar, afectando significativamente a la vida civil y suponiendo una grave amenaza para la seguridad nacional.
Este incidente no sólo reitera la naturaleza evolutiva de la guerra, sino que acentúa el papel clave de la tecnología tanto en la ofensiva como en la defensa, mostrando lo críticos que son la recalibración estratégica y el refuerzo de los esfuerzos tecnológicos contraofensivos de Ucrania.
Hasta ahora, la capacitación digital de Ucrania ha sido decisiva no sólo en el esfuerzo bélico, sino también para mantener a salvo a la población, proteger la libertad de circulación, estabilizar la economía y garantizar la inversión internacional.
Lo que Ucrania necesita en 2024 es una estrategia que integre la superioridad tecnológica como piedra angular de su defensa y ataque: una contraofensiva tecnológica dirigida por las empresas tecnológicas mundiales.
La mayoría de los gigantes tecnológicos mundiales han manifestado claramente su lealtad mediante la acción.
Amazon, Google y Microsoft han dado un paso al frente para apoyar a Ucrania, y su comportamiento se ve inevitablemente en un contexto geopolítico.
Sin embargo, no puede pasarse por alto el papel cambiante de las plataformas de medios sociales y de los creadores de contenidos digitales en la formación del sentimiento público.
Aunque plataformas como Facebook y X tienen el potencial de recabar apoyo para Ucrania, también han contribuido a propagar información engañosa, complicando la comprensión de la guerra.
Este uso indebido de las plataformas digitales no se reduce a desarrollar un enfoque más vigilante para combatir las falsas narrativas.
Por el contrario, las estrategias de comunicación digital estratégica, que contrarresten las falsas narrativas al tiempo que promueven la comprobación de los hechos y la transparencia, nunca han sido más críticas.
No se trata simplemente de contrarrestar la desinformación viral, sino de fomentar un público bien informado y con pensamiento crítico que pueda ver más allá del sensacionalismo y comprender los matices más profundos de la situación de Ucrania.
La responsabilidad de esto debe recaer directamente en las propias empresas tecnológicas.
La acción en este ámbito tendría un impacto enorme y una influencia positiva en los resultados de esta guerra.
Además, muchos de los gigantes tecnológicos son en gran medida ineficaces sin socios.
Dependen de un ecosistema tecnológico que pueda optimizar sus servicios, así como de expertos que comprendan profundamente el contexto del entorno. En circunstancias normales, este ecosistema se crea orgánicamente y puede convertirse en un importante combustible para las economías nacionales.
Por desgracia, a pesar de que antes de la guerra se la consideraba una superpotencia tecnológica, el ecosistema de Ucrania se ha visto enormemente mermado.
El ancho de banda es escaso y la oferta de talento se ha reducido significativamente.
Esto crea la necesidad urgente de una reactivación estratégica del panorama tecnológico de Ucrania que haga hincapié en la reconstrucción y el refuerzo del ecosistema.
La colaboración internacional, tanto en experiencia como en inversión, es crucial a este respecto.
La participación de los gigantes tecnológicos y sus socios en programas educativos y de formación podría desempeñar un papel fundamental en la reconstrucción de la mano de obra tecnológica de Ucrania, garantizando un flujo constante de profesionales cualificados, esencial para el resurgimiento tecnológico de la nación.
Sin embargo, es igualmente vital que las empresas más pequeñas y ágiles también estén sobre el terreno.
Los gobiernos de los Estados miembros de la OTAN tienen la responsabilidad clave de apoyar a dichas empresas e incentivar su participación proporcionándoles las herramientas y el acceso que necesitan para entrar en un país en guerra, conseguir financiación y llevar a cabo negocios que sigan impulsando la innovación.
Este enfoque basado en la tecnología es más que un ajuste táctico.
Hacer hincapié en la ciberseguridad, la infraestructura de comunicaciones, la tecnología médica e, inevitablemente, la tecnología bélica tiene el potencial de remodelar la dinámica del campo de batalla.
Potenciar a los emprendedores tecnológicos locales y a las start-ups mediante colaboraciones internacionales y facilitar el acceso a la inversión catalizará un aumento de los avances tecnológicos autóctonos, reforzando la resiliencia y autosuficiencia de Ucrania a largo plazo.
Este año requiere una actitud más dura ante la guerra en curso.
Nos encontramos en una coyuntura en la que la tecnología puede cambiar las tornas de la guerra.
Ucrania necesita un cambio de paradigma, en el que la tecnología se convierta en un actor clave en la configuración del futuro de las estrategias bélicas y de defensa.
Esta fase no exigirá tirar de la fibra sensible, sino un pragmatismo directo y deliberado para volver a establecer entidades empresariales en Ucrania.
Esto proporcionará al gobierno, a la sociedad civil y a las nuevas empresas innovadoras ucranianas la confianza y la potencia de fuego tecnológica para seguir luchando.
La presencia de empresas internacionales en Ucrania es más que un símbolo de apoyo; es un paso necesario para reconstruir la nación y dotarla de la destreza tecnológica necesaria para resistir y superar los retos a los que se enfrenta.

DISCLAIMER: McCain Institute is a nonpartisan organization that is part of Arizona State University. The views expressed in this blog are solely those of the author and do not represent an opinion of the McCain Institute.

Author
Dr. James Gough y Dra. Mariia Levchenko, Líderes Mundiales McCain 2022
Publish Date
abril 17, 2024
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