Por
Pedro Pizano
y
Luke Englebert
La detención y encarcelamiento continuado de Nika Gvaramia ejemplifica el declive de la libertad de prensa en Georgia y marca el final del sueño democrático compartido por muchos ciudadanos georgianos. El 16 de mayo de 2022, el sistema judicial georgiano declaró al Sr. Gvaramia culpable de cargos supuestamente inventados y desde entonces lo mantiene detenido injustamente.
El Sr. Gvaramia es el fundador y Director General del canal de televisión Mtavari y es reconocido como un conocido crítico, periodista y hombre de negocios en Georgia. Desde 2012, Gvaramia ha sido uno de los guardianes más públicos y eficaces de Bidzina Ivanishvili, un oligarca georgiano supuestamente vinculado al presidente ruso Vladimir Putin y al régimen del Kremlin. También es el fundador del actual partido gobernante en Georgia: Sueño Georgiano. Muchos expertos familiarizados con la situación creen que la injusta detención de Gvaramia está directamente relacionada con sus críticas a Ivanishvili.
Desde su detención, la comunidad internacional, incluidos el CPJ, RFS, Amnistía Internacional, RFE/RL, Transparencia Internacional Georgia y la embajada de Estados Unidos en Georgia(dos veces), al menos dos eurodiputados europeos y el MAE polaco, han informado o comentado el caso del Sr. Gvaramia. En cada una de estas declaraciones públicas se ha reconocido que su caso es el último incidente de una preocupante pauta de investigaciones y procesamientos selectivos contra quienes se oponen al gobierno actual.
Los expertos también han destacado el momento del encarcelamiento del Sr. Gvaramia, afirmando que no fue accidental. Estas acusaciones y detenciones por motivos políticos podrían suponer un duro golpe para la candidatura de Georgia a la UE.
El 9 de junio de 2022, el Parlamento Europeo adoptó una resolución sobre el patrón de violaciones de la libertad de prensa y amenazas a periodistas georgianos. Esta resolución se refería a los injustos cargos contra Gvaramia y valoraba su caso como un «intento de silenciar una voz crítica con el gobierno actual».
Posteriormente, los días 17 y 23 de junio, la Comisión y el Consejo de la UE entregaron un decisión sobre Georgia, afirmando que, a pesar de que los últimos acontecimientos han socavado el progreso de Georgia, el país cuenta con una base para alcanzar la estabilidad de unas instituciones que garanticen la democracia, el Estado de Derecho, los derechos humanos y el respeto y la protección de las minorías.
El último informe del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre las prácticas de derechos humanos en Georgia menciona la naturaleza política de los cargos contra Gvaramia y su influyente papel en la denuncia de la corrupción, los delitos y otras actuaciones antidemocráticas del gobierno georgiano.
En particular, el gobierno georgiano boicoteó reciente y polémicamente el régimen internacional de sanciones contra Rusia tras la invasión de Ucrania por Moscú. Además, el servicio de inteligencia ucraniano habría revelado que el gobierno georgiano ayudó a Rusia a eludir las sanciones a través de su territorio. El encarcelamiento de Gvaramia también podría estar directamente relacionado con su papel en la revelación del continuo apoyo del gobierno georgiano al Kremlin. También se ha utilizado como castigo demostrativo a otros medios de comunicación vigilantes, partidarios de Ucrania y luchadores prodemocráticos en Georgia.
El caso del Sr. Gvaramia es una lucha por la democracia en Georgia, en Europa Oriental y en todo el mundo. Destaca el papel fundamental de unos medios de comunicación libres e independientes.
El Sr. Gvaramia sueña con la libertad de prensa, aunque sabe, y así lo ha dicho, que ya es libre y que ninguna pena de prisión ni ningún injusto pueden arrebatársela; una libertad que damos por sentada quienes, en su mayoría, vivimos accidentalmente en sociedades democráticas libres.
La comunidad internacional debe seguir ayudando al Sr. Gvaramia a hacer realidad su sueño para el dream party georgiano y para todos los demás georgianos que desean un acceso preciso y transparente a la información. Es la base de una sociedad libre, próspera, justa y democrática.
¿No es ese el verdadero sueño georgiano, después de todo?
Más información:
Informe jurídico sobre el caso de Nika Gvaramia